“Generar empleos formales, estables y con condiciones laborales dignas, especialmente para jóvenes, mujeres y personas mayores”
Frente a la incertidumbre, el empleo de calidad pareciera surgir como la principal demanda social y económica. En los procesos participativos aparece de manera constante la preocupación por acceder a trabajos formales, con ingresos dignos y estabilidad, junto con la percepción de cierto estancamiento económico que limitaría esas oportunidades.
Al presentar la propuesta de “generar empleos formales, estables y dignos” un 66% de las personas la ubica entre sus tres primeras prioridades y un 81% la considera bastante o muy efectiva.
“Fomentar empleos con mejores condiciones para los trabajadores”